La magia del cine.

Un pequeño esfuerzo: salir de casa.

Otro ejercicio que a muchas personas cada vez incomoda más: sentarse al lado de un desconocido ( y no pasa nada, ou!). Desconectamos el telefono sin que ocurra una desgracia, el mundo no se para, sigue girando igual, un poco mas pausadamente, diría yo; y es que podemos vivir con el celular apagado durante 100 minutos, no es tán grave, vamos.

La butaca y su forma, acomodamos el cuerpo, nos relajamos. Vemos una historia, un drama, una comedia...Construimos reflexiones o no, no siempre. Creamos un criterio, la pantalla se vuelve vida, nos habla, nos cuenta. Nos muestra maneras, enfoques, partes del cuerpo que desconocíamos en perspectiva, arrugas, inperfecciones, miradas. Al final, siento que muchas de ellas son historias de cada una de nosotras, cuentos que alguien se atreve a dirigirlos para regalarnoslos de vuelta. Diálogos que habíamos imaginado en una novela o en conversaciones entre amigas. Una ficción que se hace  real.

Parece que cada vez quedan menos espacios para salas de cine que te inviten a soñar; horren ordez, zinema aretoak handitu dira zeharo, izaera bako gela erraldoiak dira, arrotzak. Krispetak eta koka kolak, goi mailakoen denbora pasa berria. Gogoan dut zinema herriarena zenean, herrikoiagoa..Adiskide mina gonbidatzen zenuen bertara, oinez joatea zenuen zinemaraino. Paseoa eta pelikula zenituen opari, arratsalde pasa goxoa lagun artean. Kuttunarekin hitzordu erromantikoa izateko aitzakia ere bazen, magikoa!

Ahora los cines se presentan con superproducciones que te quitan la respiración y el bolsillo se queda temblando. No hay arrugas ni celulitis,  no hay memoria. 

Eso cuando te animas y vences  la pereza de salir de casa; claro, ahora tenemos el home cinema en el salón y las peliculas gratis. Es lo que tiene internet, la red y la ya no tan nueva tecnología. 

Herri batzuetan errugabe ziztatzen ari den krisiak ere ez du askorik laguntzen. Herri prezioak ez dira existitzen eta ezin balia dezakegu kalea espazio sortzailea bailitzan; zinema zine aretoetan edo etxean. Kitto. Ondo loturik gauzkate.

Afortunadamente, siguen existiendo lugares un poco más libres, no tan ceñidos a un cine comercial escondido en una falsa perfección, ahogado en un glamour barato; afortunadamente, el "otro" cine sigue guardando esa capacidad de sorprendernos, de transgredir y de crecer un poco más.

Es ese cine el que se merece esta pequeña entrada.