lunes, 8 de abril de 2013

Baltasar Garzon, el necio.


Zoritxarrez, asko dakigu Baltasar Garzonen inguruan; zoritxarrez, gure adiskide asko haren eskuetatik eta haren erabaki judizialetatik igaro dira, aurpegia ubeldurik, bihotza minduta, torturak kateatuta.

Hargatik, gizon honen gaineko edozein iruzkin maitagarri, edozein keinu maitakor, okerreko bidetik irentsi ohi dut. Bi Garzon bistaratzen ditut, bi irakurketa desberdin, bi asmo bestelako.

Salbatzaile eta hiltzaile. Ekaitz perfektua.


El juez Baltasar Garzón no se merece ni media línea dentro de esta vitacora de Dortoli pero no he podido evitar soltarme tras encontrarme en el diario “ El Ciudadano”  una corta entrevista que le realizaron en una de sus visitas a Chile.

Sabemos que en Chile Garzon es sinónimo de justicia, paz, reconocimiento. Sabemos que en Chile se ha derramado mucha sangre y que hay 17 años de oscuridad en la historia reciente de este país. Entiendo que está saliendo de las catacumbas en las que estuvo sumergido, aún no ha pasado tanto tiempo para olvidar y la justicia, permitanme, baila a un ritmo caribeño capaz de desesperar a cualquiera. Y lo digo con conocimiento de causa y respeto absoluto, que para ineptitud y letargo ya tenemos a la justicia española, incapaz de hacer frente y reconocer a víctimas y desaparecidos del régimen franquista. Ojo que en España han pasado ya el doble de años desde que entramos en el falso camino de la democracia y estamos más desnudas que reconocidas. Pero ahí vamos caminando gracias a iniciativas sociales y perseverancia.

Lo que me ha empujado a escribir esta columna ha sido la impotencia con la que he leído su reportaje. El diario al que guardo  simpatía y con el cual comparto parte de su línea editorial me ha sorprendido por la falta de rigurosidad informativa. Que este hombre haya llevado a los tribunales a Pinochet y otros personajes protagonistas de algunas de las dictaduras de América Latina no significa que este individuo crea en la justicia y en el derecho de la ciudadanía. No es el salvador de nadie porque no lo hace por la gente,  no lo hace porque crea en lo que es justo; lo hace por darle un remojón a su ego y por escalar unos peldaños más hacia su gloria particular.

No voy a opinar sobre la relación establecida entre hombres y mujeres de izquierda y progresistas que muestran su simpatía y cariño por Garzón; no voy a juzgar la unión político-emocional creada entre Chile y Garzón. Me voy a limitar a hacer memoria y recordar el calvario que ha supuesto la presencia de este personaje en muchas de las decisiones judiciales tomadas por el Gobierno español en referencia al conflicto vasco en general, y a Euskal Herria y sus habitantes, en particular.

Así, menciono el cierre de algunos medios de comunicación bajo el pretexto de combatir el terrorismo de ETA. Detrás de ésta excusa no se encuentra otro objetivo más que el de perseguir cualquier voz disidente o crítica con el Estado español.

De golpe y porrazo ordenó clausurar el diario y la radio Egin. Hoy día la causa esta archivada y los daños y pérdidas generadas por esa decisión, así como sus consecuencias, jamás han sido asumidas por nadie. La editorial Ardi Beltza también fue censurada con más pena que gloria y clavó un puñal al euskara cuando ordenó clausurar el único diario en lengua vasca que se imprimía, alegando que financiaba económicamente la actividad de ETA. Estamos ante una vulneración del derecho a la libertad de expresión. Pero aquí no pasa nada, sabéis? El euskara se comió otro golpe duro cuando acusó a AEK (coordinadora de euskaldunizacion y alfabetización de adultos)   de fraude a la Seguridad Social, además de intentar vincular una y otra vez a esta organización con ETA.
 
 Después, en el plano político, este señor se marcó uno de los tantos más vergonzosos que se han visto en materia judicial cuando ilegalizó a Batasuna, un partido político legal y legítimo que era respaldado por un una parte de la sociedad vasca a la que también le faltó al respeto cuando decidió quitarles el derecho a voto. La falta de transparencia y la gravedad de la propia decisión comenzaron a levantar suspicacias a nivel internacional y comenzaron a llegar las primeras dudas respecto al quehacer del Gobierno de turno, pero todos los que han gobernado el país de la pandereta han ido haciendo oídos sordos a cualquier crítica o pregunta que les han formulado en referencia al mal llamado conflicto vasco: yo más bien diría que el conflicto es español ( y francés). En cualquier caso, la ley ( y su política) antiterrorista estaba dando frutos.

Y entramos en una espiral llena de dolor donde  se han invisibilizado  casos de torturas, donde comienza la persecución de agrupaciones sociales, juveniles y políticas argumentando que se trata de “el entramado de ETA”. Resulta que en un momento, cualquiera podía ser parte de ese entramado, cualquiera podía ser ETA, era tan absurda la argumentación esgrimida para criminalizar cualquier iniciativa.


Entonces, frente a toda esta historia que a duras penas podemos sostener de tanto daño que ha causado, no puedo más que enojarme al leer al rey judas un discurso absolutamente ajeno a lo que nos ha tocado vivir; cuenta que no se debe mezclar la lucha mapuche con el terrorismo,  que se deben respetar los derechos fundamentales de todos los pueblos, que  hay que ser cautos y responsables a la hora de utilizar la Ley Antiterrorista, que mejor aplicar el Estado de Derecho, que no se puede criminalizar a todos los mapuche, sería como decir que todos los vascos son ETA, que bla, bla, bla…

He cerrado el diario. He sonreído de rabia y me he vuelto a dar cuenta que él sigue teniendo mucho poder, por eso me he permitido el lujo de cagarme en su sarcasmo y oportunismo con esta humilde entrada y en este humilde blog. A mi no me leen cientos, ni miles, como mucho algunas docenas de curiosas y despistados pero lo suficiente como para darme un empujoncito y animarme a seguir contando, no vaya a ser que de tanto oir mentiras, estas terminen convirtiéndose en verdades


Entrevista a Baltasar Garzon. Diario de Chile " El ciudadano"

1 comentario:

  1. A mi tb me gusta leer el ciudadano,no seré un fan,debo decirlo, como varios amigos que me mandan los link y me dicen oh mira esto Gustavo o leed esto, pero cuando ví las primeras dije .. eh paso.. no me lo banco, no le he bancado, ni lo bancaré y que haya gente que pa ellos es un paladín de la justicia.. me deja sin comentarios.

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