sábado, 9 de julio de 2011

ELLA

Santiago te rompe
Para que tú mísma vayas reconstruyendola
                                                                ... a tu manera
Bajo tus olores.
                       Y ella se deja.
Te permite reinventar los nombres de las calles
Te atrapa en su boragime de autos y gente de todos los colores
Para luego desear huir lejos de ella.
No te permite demasiadas concesiones
Enseguida la deseas de nuevo
Y regresas a ella.

Santiago huele a humo bajo una fotografia teñida de gris
Se retuerce entre la cordillera:
montañas convertidas en un muro insalvable.
Ella querria crecer más
Comerse todo lo que le circunda
Ah, pero la pachamama no la deja,
                                                                    zorionez.
Es algo extraño lo que guarda la ciudad
Quizá mágico?
Pero no hablo de la magia de los libros o de la poesía.
Si no de los contrastes que la confunden
Lo blanco y lo negro
Lo rico y lo pobre

Es como si esa mísma capacidad
De transformación
La convirtiera en única.

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